Las balas matan por dos; la parte más obvia todos la conocemos, no hace falta explicarla. Pero, también, los materiales con los que se construye la munición afecta al medio ambiente, ya que puede herir tanto a la flora como a la fauna.

En los centros de formación del ejército americano, los soldados utilizan munición real para prepararse para el combate; estas balas se quedan en el suelo, y afectan a la biodiversidad de la zona. Los expertos han decidido que ya es suficiente, y han propuesto un diseño de balas biodegradables que no perjudicarán jamás al medio ambiente.

No sólo eso, sino que están esperando que las balas contengan semillas, que ayudarán a succionar las sustancias químicas del entorno. Es, sin duda, un concepto ambicioso, pero no es imposible. De acuerdo con fuentes oficiales, este tipo de balas ya ha sido probada.

“El US Army Corps y el CRREL (Cold Regions Research and Engineering Laboratory) han demostrado que se pueden incluir semillas en los materiales compuestos biodegradables y no germinarían hasta que estuvieran en el suelo durante varios meses”, afirman.

Ahora sólo necesitan que hagan las balas lo suficientemente resistentes como para poder ser disparadas y no dañar a la semilla. Para esto, se ha abierto un concurso público para que se ofrezcan diseños que puedan solucionar esta problemática. Para ello, los aspirantes deberán de diseñar munición de 40, de 120 y de 155 milímetros.

Irónico, ¿verdad?