La misteriosa Pirámide de Ball
Un antiguo volcán en el Océano Pacífico se convirtió en el refugio de un extraño insecto gigante que por más de 70 años se creyó desaparecido.
Un poco como resultado de ver tantas películas que mezclan animación con imágenes de la naturaleza, nos surge la pregunta de si esta imagen es real. Sí, se trata de un lugar real, aunque sin duda encantado (y encantador) en el sur del Océano Pacífico: la Pirámide Ball, un islote que antes fue un volcán y que forma parte de un antiguo continente sumergido: Zealandia.
La Pirámide de Ball lleva el nombre de un almirante naval británico que fue el primer occidental en avistar este viejo volcán con forma de pirámide en 1778 (la "pirámide" lleva flotando ahí unos 7 millones de años y mide 562m de altura).
Su pico extremadamente angosto entre las nubes y la espuma da la impresión de que se trata de un fantasma y como un fantasma, es en realidad una imagen de otro tiempo.
Uno pensaría que esta roca en medio del océano estaría desolada.
Pero Ball tiene un secreto.
A unos 22km se encuentra la Isla de Lord Howe, donde solía haber unos insectos enormes que eran conocidos como "langostas de árbol".
Estos insectos medían más de 12cm y eran considerados los insectos de palo (Phasmatodea) más grandes del mundo.
Los pescadores usaban a estas langostas de árbol como carnada.
Sin embargo, en 1918 un barco británico de carga tuvo que ser evacuado y sus pobladores permanecieron 9 días en la isla mientras se reparaba el buque.
Con ellos, ratas negras se introdujeron a la isla, encontrando un banquete: enormes y jugosos insectos. Las ratas se convirtieron en la especie dominante de la isla y 2 años después habían erradicado de la faz del planeta a estos insectos arbóreos Dryococelus australis.
O eso era lo que se pensaba.
En 2001, dos científicos australianos, David Priddel y Nicholas Carlile, iniciaron una nueva expedición, habiendo visto un par de brotes de vegetación en la isla por lo demás desierta que para añadir a su imagen romántica, suele estar rodeada de tiburones.
Una primera inspección encontraron excremento que hacía pensar en un insecto de buen tamaño. Efectivamente, en la noche encontraron brillantes langostas de árbol.
No se habían visto estos insectos en más de 70 años.
Hasta la fecha no se sabe cómo llegaron estos insectos (atravesando 22km de mar sin poder volar) a la Pirámide de Ball, a un sólo arbusto. Posiblemente transportados por unos pájaros.
Actualmente se les cría en cautiverio y se tiene un plan para reintroducirlos a la Isla de Lord Howe.
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